"La delincuencia, la criminalidad y su impacto en la sociedad mexicana”
En México, la delincuencia y la criminalidad han sido un problema persistente que ha tenido un impacto significativo en la sociedad. Desde hace décadas, el país ha lidiado con altos índices de violencia, robos, asaltos y homicidios, lo cual ha generado un clima de inseguridad y miedo en la población.
La delincuencia en México se encuentra arraigada en diferentes factores socioeconómicos y culturales. La desigualdad económica, la falta de acceso a oportunidades educativas y laborales, la corrupción y la impunidad son algunas de las razones que favorecen el surgimiento y la perpetuación de actividades delictivas.
El impacto de la delincuencia en la sociedad mexicana es amplio y multidimensional. Además de las pérdidas humanas, las familias de las víctimas sufren un gran dolor y trauma. La violencia también ha llevado a la migración forzada de comunidades enteras que buscan escapar de la violencia y el miedo.
En respuesta a esta problemática, el gobierno mexicano ha implementado diversas estrategias de seguridad que van desde el fortalecimiento de las fuerzas de seguridad hasta la creación de programas de prevención del delito. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para combatir eficazmente la delincuencia y
devolver la paz y la seguridad a la sociedad mexicana.
devolver la paz y la seguridad a la sociedad mexicana.
En este blog exploraremos más a fondo la problemática de la delincuencia y la criminalidad en México, analizando sus causas, consecuencias y posibles soluciones. También abordaremos el papel de la sociedad civil en la prevención del delito y la importancia de fortalecer las instituciones y promover la cultura de la legalidad. Juntos, podemos crear conciencia y contribuir a construir un México más seguro y próspero.
¿Por qué la delincuencia y la criminalidad sigue siendo un problema?
La delincuencia y la criminalidad en México representan un desafío constante
que impacta la seguridad pública, la convivencia social y el desarrollo del país. A pesar
de los esfuerzos gubernamentales y sociales para abordar este problema, persisten
altos índices de criminalidad que afectan diversas regiones y estratos sociales.
Esta problemática no solo genera un deterioro en la calidad de vida de los
ciudadanos, sino que también tiene repercusiones en la estabilidad económica, el
bienestar emocional y la cohesión social de las comunidades mexicanas.
Los factores que contribuyen a la delincuencia y la criminalidad en México son
multifacéticos y complejos. Desde condiciones socioeconómicas desfavorables hasta la
influencia de grupos criminales organizados, la falta de oportunidades laborales, la
desigualdad social, la corrupción institucional y la presencia de drogas ilícitas, todos
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estos elementos interactúan de manera dinámica, creando un entorno propicio para la
perpetuación de conductas delictivas.
La delincuencia y la criminalidad en México representan una preocupación
persistente que afecta la seguridad ciudadana, la estabilidad social y el desarrollo del
país. A lo largo de los años, diversas regiones del territorio mexicano han
experimentado un aumento en los índices de violencia, delitos de diversa índole y una
sensación generalizada de inseguridad entre la población.
¿Qué es la criminalidad?
La criminalidad es el conjunto de todos los hechos antisociales cometidos contra
la colectividad. Jurídicamente, es el conjunto de infracciones de fuerte incidencia social
cometidas contra el orden público. En sentido restringido, conjunto de infracciones y de infractores registrados en
tiempo y espacio determinados. Ampliamente, conjunto de comportamientos
divergentes en tiempo y espacio determinados. Fenómeno de masas constituido por el
conjunto de infracciones que se cometen en un tiempo y lugar dados.
Tipos de criminalidad
Formas delictivas que se generalizarán en el futuro.
Criminalidad aparente:
Está constituida por el conjunto de delitos que llegan al conocimiento de la autoridad (policía, alcaldes, jueces) en virtud de denuncias formuladas, por conocimiento directo de tales funcionarios, por informaciones confidenciales o mediante cualquier otro medio de comunicación o percepción.
Criminalidad convencional:
La cometida por el público en general, sin mayores
subterfugios: Homicidios, lesiones, robos, pequeñas estafas, defraudaciones, etcétera.
Criminalidad de cuello blanco (cuello duro o de guante blanco):
Es cometida por
personas que tienen alto nivel social en el ejercicio de su profesión. La delincuencia de
negocios se refiere a los delitos cometidos en el desarrollo del ejercicio de la actividad
profesional.
Criminalidad específica:
Es la parte de la criminalidad global que se refiere a un
determinado tipo de delito o infracción que pertenecen al mismo grupo; por ejemplo, la
violación, el estupro, el incesto, atentados al pudor, adulterio, etcétera, pertenecen a los
de delitos sexuales.
Criminalidad evolutiva:
Ésta se da cuando el sujeto ha evolucionado
emocionalmente, ha madurado hacia la superación de su persona, dándose cuenta de
su valor, como parte de su colectividad y ha pasado por etapas de integración a ciertas
condiciones, cuando se ha capacitado para llevar a cabo cierto delito, adquiere
experiencia por el ejercicio de actividades criminales, así entre más va experimentando,
más va desarrollando sus capacidades para delinquir. Además, el individuo debe
adaptarse, ya que es parte de la evolución y consiste en desarrollar la capacidad para
vivir en un medio dado. Esto es llamado en la Escuela Clínica como adaptabilidad.
Criminalidad global:
Se refiere a todo el conjunto de delitos e infracciones. Este
dato puede ser obtenido a través de estadísticas legales.
Criminalidad impune:
El término impune significa sin castigar. Existe el riesgo o
la ventaja de quedar impune cuando el acusado resulta desacreditado cuando no
existen pruebas o no tiene forma de pago. La criminalidad impune es el punto medio
entre los casos que llegan al conocimiento de las autoridades (criminalidad aparente) y
los que culminan en sentencia (criminalidad judicial); o, en otras palabras, es el número
de infracciones penales que habiendo sido conocidas no culminaron en sentencia
condenatoria que contenga una declaración de voluntad del juez o tribunal en la que se
aplica el fallo a un determinado caso concreto.
Criminalidad informática:
Realización de un tipo de actividades que, reuniendo
los requisitos que determinan el concepto de delito, sean llevados a cabo utilizando un
elemento informático o vulnerando los derechos del titular de un elemento informático,
ya sea hardware o software.
Criminalidad judicial:
La criminalidad judicial es parte de la criminalidad legal que
culmina en sentencias condenatorias. Jurídicamente es la única reconocida, si se
demuestra que se es culpable o es inocente.
Criminalidad legal:
Es aquella que ha sido realmente investigada por la autoridad
competente y en relación con la cual se ha producido una decisión más o menos
provisional, tal como el auto de detención y el auto de proceder.
Criminalidad oculta:
La criminalidad oculta consiste en el conjunto de delitos que
no llegan al conocimiento de las autoridades.
Criminalidad de provecho:
Es aquélla cuyo objetivo es el apoderamiento de
bienes o riquezas, y se caracteriza por la apropiación ilegítima de un bien o de un valor
perjudicando al propietario, como robo, extorsiones, apoderamientos ilícitos, etcétera.
Las estadísticas demuestran que esta criminalidad es superior, de manera real.
Criminalidad real:
La totalidad de los delitos que efectivamente se realizan (…)
independientemente de que hayan sido o no investigados o siquiera conocidos por la
autoridad o los particulares.
Criminalidad revelada:
Nombre que recibe el acto delictivo que se exterioriza a
raíz de la ingestión de sustancias que, como el alcohol, aflojan los frenos inhibitorios. Se predica de aquellos individuos en que existe una disposición primitiva que sólo
aflora mediante el mecanismo referido.
Criminalidad tratada:
Es aquella parte de la criminalidad judicial que señala las
infracciones penales en las que se ha producido sentencia de condena y cuyos
responsables efectivamente han cumplido la sanción impuesta.
¿Qué es la delincuencia?
Por otra parte, referirse a la delincuencia sería todo aquello relacionado con las
acciones delictivas y con los individuos que las cometen, conocidos como delincuentes.
Los delincuentes son personas que cometen delitos, es decir, que realizan acciones
contrarias a lo que establece la ley y el derecho, y que por ellas son penados por el
sistema de justicia de cada país, lo que implica el cumplimiento de castigos o
sanciones dependiendo de la gravedad de la falta.
El Estado es el encargado de proteger a los ciudadanos contra la delincuencia,
creando órganos de vigilancia y control social, como la policía, y aplicando la ley
mediante el sistema de justicia.
Las penas aplicadas sobre los delincuentes contemplan, por lo general, la
prisión, y persiguen como ideal la reinserción social de los individuos que han cometido
actos delictivos, para que puedan volver a ser elementos productivos de esta.
Tipos de delincuencia
Delincuencia organizada:
Como delincuencia organizada se denominan todas
aquellas organizaciones criminales compuestas por un grupo de personas estructurado
por jerarquías, roles y funciones. Su principal objetivo es la obtención de beneficios
políticos y económicos mediante la comisión de delitos.
La delincuencia organizada puede alcanzar niveles de evolución y
perfeccionamiento semejantes a los de las empresas, gracias a lo cual son capaces de
burlar el control gubernamental y construir redes criminales internacionales. De hecho,
este tipo de organizaciones criminales suelen estar constituidas por individuos
vinculados a grupos de poder, lo cual les permite evitar caer en manos de la justicia.
Entre los delitos más comunes de la delincuencia organizada están la trata de
personas, el tráfico de armas, de drogas, la falsificación o el blanqueo de capitales.
Delincuencia cibernética:
La delincuencia cibernética es aquella que utiliza
internet como instrumento para cometer delitos. Los delitos más comunes de los
delincuentes cibernéticos están relacionados con el robo de identidad, pueden valerse
del phishing, que consiste en engañar a los usuarios para obtener su identidad; el
malware, que desarrolla programas para recoger información personal de las personas,
o el hackeo o hacking, que consiste en el acceso ilegal a una computadora de forma
remota.
Delincuencia juvenil:
La delincuencia juvenil es aquella referida a la comisión de
delitos por parte de menores de edad. Recibe un tratamiento específico por parte de los
sistemas jurídicos de cada legislación, y se valen de otro tipo de medios coercitivos,
como los centros juveniles de detención.
Es una problemática muy importante que debe ser atendida por la sociedad,
pues por lo general los criminales adultos comienzan sus pasos como delincuentes
juveniles.
Factores que originan la criminalidad y la delincuencia
Son múltiples los factores de riesgo que generan las condiciones de criminalidad
y delincuencia en México.
De modo general:
falta de empleo, vivienda, salarios insuficientes, inestabilidad
laboral, educación deficiente, crisis en los partidos políticos y formas de gobierno, su corrupción y cada vez más notoria impunidad, abuso de poder, falta de oportunidades,
entre tantos más, que presionan a los ciudadanos y predestinan un futuro desolador y
complicado.
Como factores del aumento de la criminalidad y la delincuencia:
el pauperismo
como fenómeno universal y consecuencia de la crisis cada vez más aguda de la
organización social capitalista; el crecimiento de la población con la consecuente
aglomeración en zonas urbanas y barrios bajos y el aumento de desocupados, vagos y
malvivientes; la desproporción notoria del aumento de la población y los servicios
públicos; el aumento de centros de vicios y de inmoralidad, cuya influencia perniciosa
no ha podido contrarrestar ni el hogar ni la escuela; la desorientación ética de la
escuela y el quebrantamiento de las normas de la vida del hogar, cuyos ideales
pasados no han sido sustituidos de modo preciso por normas nuevas que impliquen
verdaderos frenos morales; el cinematógrafo y la televisión como escuelas de
morbosidad; la relajación de las costumbres; el chantaje periodístico.
Se puntualizan los principales factores de riesgo de la siguiente manera:
1. Fuerte expansión demográfica.
2. Bajo nivel educacional.
3. Deficiente situación sanitaria.
4. Escaso nivel de vida.
5. Condiciones de trabajo inadecuadas.
6. Estructuras sociales atrasadas.
7. Desarrollo de la clase media.
8. Deficiente integración nacional, esencialmente en el plano económico.
9. Toma de conciencia en su realidad social.
10. Reducida industrialización.
11. Escasa renta nacional.
12. Débil desarrollo agrícola.
13. Bajo nivel de consumo de energía mecánica.
14. Hipertrofia del sector comercial.
Circunstancias que emergen cuando no se aplica la criminalidad y la delincuencia
1. Cuando el hecho delictivo no llega a descubrirse por falta de testigos o de
pruebas que lo afirme.
2. Cuando la víctima o el testigo no lo consideran como delito: Puede deberse
muchas veces a la ignorancia de la ley, cuando se desconoce que cierta conducta es
considerada como delito.
3. Un hecho muy común es la desconfianza que se tiene hacia la autoridad
judicial, la cual, ha demostrado en muchas ocasiones de sus abusos, así como de sus
fallas, errores y falta de interés por cumplir con su labor de proteger y ayudar a la
sociedad.
4. La amenaza por alguien para no realizar la denuncia puede ser considerada
como intimidación, que consiste en que un servidor público que por sí o por otra
persona, utilizando la violencia física o moral, inhiba a cualquier persona para evitar
que ésta o alguien más denuncie, formule querella o aporte información relativa a la
presunta comisión de una conducta sancionada por la ley.
5. La simpatía hacia el delincuente por ser conocido de la víctima o de alguien
conocido de la víctima: Es un problema que queda libre de castigo, por influencias o
favores pedidos a alguien más, para no afectar al victimario que es conocido por
algunas personas.
6. El temor de las víctimas de que ellos o sus familiares puedan sufrir las
consecuencias por presentar cualquier medio para que se abra una investigación en
contra de alguien, y constituye otro problema que queda sin castigo, además de quedar
temor en las víctimas por el daño hecho y por las posibles venganzas.
7. Por último, se da la negación a involucrarse en el proceso para que la víctima
se evite molestias, o a los testigos; otro más es por la resignación a que el daño no se
le reparará por desobediencias del victimario a la ley o por carencias del mismo.
Causas
Por lo general las personas cometen ciertos delitos para obtener los recursos
necesarios para sí mismo o para sus familias porque como se sabe hay un gran nivel
de pobreza causando que la gente busque la manera de obtener recursos, debido a la
falta de estudio o por algún grupo de delincuentes.
También debemos tomar en cuenta la delincuencia en general de todos los
tipos, en las cuales se asegura y se ve que se recae en hechos de materia común,
como asaltos problemas personales o violencia intrafamiliar, de los que tienen que ver
un poco más con un tipo de delincuencia organizada.
La delincuencia no se hereda, pero ciertamente hay una inclinación física y
biológica que favorece la disposición hacia ciertos delitos, también puede llegar a
presentar conflictos internos, en los cuales incluso se puede llegar a hablar de
enfermedad. Por ejemplo: esquizofrenia.
También se puede dar esa actitud por la combinación de las anteriores con el
ambiente en que encuentra el delincuente, con desigualdades sociales, o por racismo,
o por problemas familiares, también influye mucho el hecho de consumo de drogas o
alcohol e influencia de algunos programas de ciertos medios de comunicación o
videojuegos que favorecen el crecimiento de violencia en la persona, especialmente
con los jóvenes.
La falta de valores en algunos casos ya que se encuentran ante la tentación ya
sea por rebeldía, por curiosidad u otras, esto termina convenciéndolos a cometer malas
acciones hasta convertirse en costumbre.
Consecuencias
México se enfrenta a uno de los desafíos más apremiantes y trascendentales de su historia: la inseguridad. La creciente violencia, el crimen organizado y la impunidad son problemas que amenazan la paz, la estabilidad y el bienestar de nuestra sociedad. Para comprender su magnitud es fundamental examinar los hechos y las cifras que reflejan la realidad actual. Uno de los aumentos más notables en la delincuencia ha sido en la categoría de homicidios.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2020 se registraron más de 35 mil 625 homicidios en México, una cifra alarmante que representa un aumento de casi 5% en comparación con el año anterior. Además, según los datos oficiales del gobierno, la tasa de homicidios en México aumentó de aproximadamente 8.1 por cada 100 mil habitantes en 2000 a alrededor de 29 por cada 100 mil habitantes en 2021. Esto representa una escalada sustancial de los delitos violentos en las últimas dos décadas.
Ésta es una clara evidencia de la persistente violencia que afecta a
nuestro país.
La presencia y el poderío del crimen organizado también representan un desafío
significativo. México es uno de los principales países de tránsito y producción de
drogas ilícitas, lo que genera violencia y corrupción en diferentes niveles de gobierno y
socava los esfuerzos por combatir la inseguridad.
Además, la delincuencia organizada se ha diversificado en actividades como la
extorsión, el secuestro y el robo de combustible.
La inseguridad tiene un impacto directo en la vida cotidiana de los mexicanos. La
violencia y la criminalidad limitan la libertad de movimiento, afectan el desarrollo
económico y merman la confianza de la ciudadanía en las instituciones y en el Estado
de derecho.
Propuestas de solución que se han implementado
En primer lugar, se han fortalecido las capacidades de las fuerzas de seguridad
y mejorar su coordinación a nivel federal, estatal y municipal.
Esto implica invertir en la capacitación, equipamiento y profesionalización de las
fuerzas policiales, así como en el fortalecimiento de los mecanismos de cooperación y
coordinación entre diferentes niveles de gobierno.
Además, se ha promovido una justicia efectiva y accesible para combatir la
impunidad. Esto implica fortalecer el sistema de justicia penal, asegurando que los
responsables de delitos sean llevados ante la justicia.
También se debe fomentar la transparencia y rendición de cuentas en el sistema
de justicia, para garantizar la confianza de la ciudadanía en su funcionamiento.
La prevención del delito también debe ser un pilar fundamental de cualquier
estrategia de seguridad.
Para esto, se ha invertido en programas y políticas que aseguren la prevención
del delito desde sus raíces. Éste es uno de los desafíos más importantes que enfrenta
México en la actualidad. Los altos índices de violencia, el crimen organizado y la impunidad afectan la
calidad de vida de todos y obstaculizan el desarrollo del país.
De igual manera, se ha adoptado un enfoque integral que fortalezca las
instituciones de seguridad y justicia, promueva la prevención del delito y fomente la
cooperación internacional.
Sólo a través de un esfuerzo conjunto y sostenido se podrá construir un México
más seguro, justo y próspero para todos.
Gran parte de su estrategia en la búsqueda de la legitimidad política se ha
basado en la movilización de diversos esfuerzos institucionales para combatirla:
recursos, personal, infraestructura e ideas se han encaminado en esa dirección.
Para que pueda haber una buena procuración de justicia en un estado, es
indispensable contar con un número suficiente de personas que lleven a cabo las
investigaciones necesarias para esclarecer y castigar los delitos, además de la
disponibilidad de suficientes recursos económicos para financiar estas investigaciones.
En conclusión, la delincuencia y la criminalidad han tenido un impacto significativo en la sociedad mexicana. Estos problemas han generado una sensación de inseguridad generalizada, afectando la calidad de vida de los ciudadanos y obstaculizando el desarrollo social y económico del país.
La impunidad y la falta de aplicación efectiva de la justicia han sido otro factor que ha perpetuado la criminalidad y la delincuencia en México. La corrupción en las instituciones encargadas de impartir justicia ha debilitado la confianza de la sociedad en el sistema legal y ha permitido la impunidad de numerosos delincuentes. La violencia generada por la delincuencia y la criminalidad en nuestro país ha afectado especialmente a grupos vulnerables, como mujeres, niños y migrantes. Los altos índices de feminicidios y desapariciones forzadas han sido una tragedia en el país, y la violencia contra los migrantes que transitan por México en busca de una vida mejor ha generado una crisis humanitaria.
Para hacer frente a estos desafíos, es necesario implementar políticas integrales de prevención del delito que aborden las causas estructurales de la criminalidad y la delincuencia. Esto implica invertir en educación, empleo y programas de reinserción social para los delincuentes. Además, es fundamental fortalecer el sistema de justicia, combatir la corrupción y promover la participación ciudadana en la seguridad pública.
La delincuencia y la criminalidad en México implican una problemática compleja y multifacética. Su impacto en la sociedad mexicana es profundo y compromete el bienestar y la seguridad de los ciudadanos. Sin embargo, a través de estrategias integrales y el compromiso de todos los sectores de la sociedad, es posible enfrentar y superar estos desafíos para construir un México seguro y justo.
Ivana Marín García
Adrian Salinas Landero
Yair Antonio Salvador Coop